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Como en casi todo en esta vida, no se trata de poner excusas, sino de buscar la excusa perfecta para disfrutar al máximo rodeado de quien te quiere.

¿Qué es una boda? Casi todos dicen que una boda es amor, emoción, compromiso, familia, amigos, belleza, compartir… Qué bonito, ¿verdad?

Pues sí, mucho, pero Maite y Zeus fueron un pasito más allá, y cuando les preguntamos cuál era el motivo de que se casaran después de años de relación y de haber tenido incluso ya a Luca, su respuesta fue mucho más pragmática que toda esa lista de tópicos (aunque ciertos) que hemos nombrado antes: su boda en el hotel Jaizkibel era la excusa perfecta. ¿Excusa para qué? Para simple y llanamente montar un fiestón con todos a los que queremos. ¡Respuesta correcta!

Evidentemente, con esa actitud fiestera, nuestro trabajo como fotógrafos de boda se hace mucho más fácil y divertido, así que esta pareja nos brindó una nueva y perfecta oportunidad para captar momentos espontáneos, auténticos e irrepetibles.

Después de conseguir a duras penas vestir al pequeño Luka, que se convirtió en coprotagonista del día, Maite comenzó a prepararse en casa de sus padres rodeada de su familia más cercana. Un precioso Buick azul celeste la llevó hasta el Ayuntamiento de Hondarribia, donde le esperaba Zeus un tanto nerviosillo, para qué negarlo…

La ceremonia fue como el título del musical, sonrisas y lágrimas, a partes iguales, y después de los besos y achuchones de rigor, los recién casados y todos los invitados se dirigieron hacia el hotel Jaizkibel a celebrarlo. Oye, que a nosotros esto de posar se nos da fatal… Vosotros tranquilos, que no os va a doler. Y así fue: unas fotos rápidas por algunas de las salas y pasillos del hotel y a disfrutar del cóctel.

Después del banquete, tarta, regalos y una apertura del baile que para ellos hubieran querido los protagonistas de Dirty Dancing. Y para acabar… ¡fiesta! Como en casi todo en esta vida, no se trata de poner excusas, sino de buscar la excusa perfecta para disfrutar al máximo rodeado de quien te quiere.

Maite, Zeus, gracias por dejarnos ser vuestros cómplices en un día tan especial.

¡Un abrazo grande familia!