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Todos los que rodearon a estos novios demostraron su afecto por ellos de tal forma que incluso los que no les conocíamos pudimos percibirlo.

Cuando en una boda están todos los que son y son todos los que están, no hay nada que pueda evitar que se produzca una vibración colectiva alrededor de los novios. Esto es justo lo que ocurrió en esta boda en el hotel Balneario Elgorriaga. Y nosotros tuvimos la suerte de ser testigos de ello como sus fotógrafos de boda.

Es inevitable que estas celebraciones compartan ciertos lugares comunes. Los nervios de los preparativos, las bromas antes de la ceremonia, las lágrimas de emoción en la ceremonia, la alegría desbordada de la fiesta… Sin embargo, lo que no siempre suele ser habitual es que todas las personas que rodean a la pareja demuestren su afecto por ellos de tal forma que incluso un desconocido recién llegado pueda percibirlo.

A pesar de ser recién llegados, además de hacer fotos, aquel día pudimos afortunadamente percibir esa vibración tan especial. La boda tuvo lugar en el hotel Balneario Elgorriaga, una fantástica localización en la que los invitados pudieron compartir momentos desde primera hora del día. Después de que los novios terminaran de ponerse guapos en su propia suite, realizamos una breve sesión de pareja. Algunos de los espacios interiores del propio hotel y el entorno verde del balneario fueron el escenario perfecto para ello.

Una ceremonia casi secreta con muchas sorpresas

Desafortunadamente, la ceremonia, de la que los novios desconocían absolutamente todo (fue organizada en secreto por una de sus mejores amigas…), no pudo celebrarse en la zona ajardinada exterior por culpa de la lluvia, no dejó por ello de ser igualmente emotiva, llena de detalles… y actuaciones sorpresa.

Los familiares y amigos de Ibai y Ion, conocida su afición por los musicales, no podían dejar pasar un día así sin rodearles de algunas de las canciones que han marcado su particular historia, lo cual hizo que asomara más de una lágrima, tanto entre ellos como entre los propios invitados.

Y así, después de las sorpresas, las canciones y los bailes, Ibai y Ion y los que les acompañaron remataron aquel gran día con una fiesta que seguro que hizo que más de uno necesitara una sesión de spa a la mañana siguiente para volver a la vida. Ibai,

Ion, esperamos que esas buenas vibraciones que pudimos sentir junto a vosotros sigan resonando eternamente. O como dice ese tema de vuestro tan querido Fantasma de la Ópera…

Say you’ll share with me one love, one lifetime

Say the word and I will follow you

Share each day with me, each night, each morning…