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Tal vez fue buena suerte, pero a los buenos, en general, el destino les sonríe…

Cuando una pareja extranjera decide contratarnos, una de las primeras preguntas que nos hacemos es: ¿cuántos invitados habrá en esta boda?

Normalmente, por obvios motivos económicos, este tipo de bodas de destino suele ser más reducida de lo habitual. Sin embargo, en este caso, alrededor de 130 personas vinieron a Donostia para celebrar con nuestros amigos ingleses Kate y Martin su boda en el Palacio Miramar, lo cual es sinónimo de que esta pareja se hace querer y son buena gente.

Efectivamente, siendo sus fotógrafos de boda pudimos comprobar el buen rollo que rodeó a los novios durante todo el día, desde los preparativos en un apartamento con unas vistas espectaculares frente a la playa de La Concha hasta la cena en el restaurante Mirador de Ulía.

El buen tiempo también acompañó, así que todo fue perfecto para que familiares y amigos pudieran disfrutar al máximo de todo el evento. Los tradicionales brindis británicos previos al banquete arrancaron más de una carcajada a los novios y también recordaron, copa en alto, a los ausentes en un día tan importante.

Sin embargo, este punto de melancolía no impidió que, una vez acabado el convite, comenzara la fiesta, en la que los más pequeños nos dejaran a todos con la boca abierta gracias a su derroche de energía y a sus bailes locos. Kate y Martin lo tuvieron claro: vinieron a Donostia a celebrar una fiesta rodeados de sus mejores amigos, y todo salió perfecto.

Tal vez fue buena suerte, pero a los buenos, en general, el destino les sonríe…

¡Un abrazo amigos!