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Lo importante no son las fotos. Lo importante son las personas. Lo importante es la fiesta.
Lo importante no son las fotos.
Lo importante son las personas.
Lo importante es la fiesta.
Esas tres sencillas frases constituyen nuestro mantra como fotógrafos de boda. Sí, es cierto, las fotos serán lo único que quede del gran día dentro de muchos años. Nuestra imágenes ayudarán a redibujar recuerdos, traerán detalles casi olvidados a nuestra memoria y despertarán otra vez la alegría de entonces.
Porque una boda es fundamentalmente eso, un momento feliz en el que dos personas celebran su amor ante sus familias y sus amigos. Y esa felicidad no debe verse alterada ni por nada ni por nadie, menos aún por nosotros. Todo ha de fluir para que la fiesta sea memorable, porque de lo contrario, los buenos recuerdos no lo serían, y eso nunca debe ocurrir.
Porque lo importante no son las fotos.
Lo importante son las personas.
Lo importante es la fiesta.
Nosotros, como recolectores de momentos reales, por encima de todo, debemos adaptarnos a lo que ocurre ante nuestras cámaras. Si no lo hiciéramos así, de alguna manera, estaríamos traicionando a nuestros clientes. Y nuestro trabajo no es peor si, por deseo de los novios, no hay fotografías de los preparativos.
Y no pasa nada si no hay fotografías de pareja porque los novios prefieren disfrutar de sus invitados en lugar de pasar media hora a solas con nosotros.
Y tampoco se pararía el mundo si no hubiera corte de tarta, ni regalos, ni primer baile… Porque creemos que una boda debe tener el guión que cada pareja quiera escribir.
Porque lo importante no son las fotos.
Lo importante son las personas.
Lo importante es la fiesta. El enfoque documental desde el que abordamos cada uno de nuestros reportajes es la mejor manera de que los novios se sientan cómodos, disfruten de la fiesta y obtengan fotografías auténticas en las que se muestre lo que ocurrió sin artefactos ni inventos.
Y si el guión se aparta de lo convencional y se olvida de los clichés, nosotros brindaremos por ello y nos sumaremos a la fiesta. María, Isaac, disfrutad de vuestras fotos. Reflejan tal y como fue vuestra boda en Hika Txakolindegia, lleno de alegría, de risas, de luz y de buena gente gracias también al buen hacer de Sunday Atelier.
Pero recordad nuestro mantra: lo importante no son las fotos.
Lo importante son las personas.
Lo importante es la fiesta.
¡Un abrazo bien grande para los dos!
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