En este mundo, casi todos saben lo que hacen. Sólo algunos saben cómo hacerlo. Pero pocos, muy pocos, saben por qué hacen lo que hacen. Yo lo tengo claro…
Puede que no lo sepas, pero tu memoria, sorprendentemente, no es un fiel reflejo de aquello que pasó. Resulta ser más bien un acto creativo de tu mente. Puede sonarte raro, pero tu cerebro reconstruye de nuevo tus recuerdos cada vez que los evocas. A pesar de que los eventos de tu vida en los que has experimentado sentimientos y sensaciones más intensas son aquellos que revives con mayor facilidad y fidelidad, tu cerebro constantemente te “traiciona”.

Tu mente se dedica a transformar tu memoria, añadiendo pequeños detalles e información “inventada” cada vez que abres ese recuerdo y vuelves a guardarlo en tu memoria. De esta forma, lo que recuerdas no es el acontecimiento exactamente tal como fue en realidad, sino la forma en la cual fue recordado la última vez que lo trajiste a la memoria.

¿Por qué te he contado todo esto? Porque yo quiero guardar tus recuerdos y porque creo que tienes el derecho de rememorar el día de tu boda para siempre, de la manera más real posible, sin los trucos ni las invenciones que tu cerebro te quiera regalar. ¿Fácil, verdad? Bueno, no tanto…

Hacer fotos es como hacer tortilla de patata. Todo el mundo puede hacerla, pero no a todo el mundo le queda igual de rica. ¿Y cuál es el ingrediente secreto de mis fotos? La respuesta a esta pregunta es sencilla: mi ingrediente secreto eres tú.

Estoy absolutamente convencido de que los únicos protagonistas que debe haber el día de vuestra boda sois vosotros, tu pareja y tú. No pretendo robaros ni un ápice de vuestro papel estelar, ni monopolizar vuestro tiempo, ni daros indicaciones de qué hacer, por dónde ir ni a dónde mirar.

Quiero que cuando miréis vuestras fotos os reconozcáis siendo vosotros mismos haciendo lo que os apetecía hacer en aquel instante en que detuve el tiempo con nuestra cámara. Porque creo que dejaros actuar con libertad es la mejor manera de conseguir imágenes genuinas y auténticas. Porque no quiero hacer fotos repetidas: quiero hacer fotos irrepetibles.

Quiero, además, que esas fotos irrepetibles perduren en el tiempo. Me gustan los clásicos, como la tortilla de patata, por su atemporalidad. Y aunque intento hacer una foto contemporánea, trato de huir de la modernez y de las modas que en seguida dejan de serlo. Quiero que cuando cojas el álbum de tu boda dentro de cuarenta años tus fotos no huelan a naftalina.

Quiero que te emociones con lo que ocurre dentro del encuadre y con las personas que allí aparecen y te rías pensando en cómo habéis cambiado en todo ese tiempo. Pero no quiero que te venga a la mente el filtro de instagram que más se usaba para retocar fotos cuando te casaste o lo fantástico que le parecía entonces a todo el mundo todo aquello que llevara el apellido vintage…

Así que apuesto por el fotoperiodismo sin guiones establecidos y por una fotografía documental audaz. Sin renunciar a nada, respeto a quien tengo delante de la cámara, no obligo a nadie a hacer cosas disparatadas, por muy de moda que estén o muy estéticas que nos puedan parecer actualmente.

Y lo más importante: te garantizo que pase lo que pase el día de vuestra boda, acabará plasmándose en grandes fotos que no se parecerán a otras. Porque tu historia, la historia de tu boda, de tu vida, es singular e irrepetible, es tuya, y la escribes sólo tú.

En definitiva, en este mundo, casi todos saben lo que hacen. Sólo algunos saben cómo hacerlo. Pero pocos, muy pocos, saben por qué hacen lo que hacen.
Yo lo tengo claro: hago fotografía documental porque quiero guardar tus recuerdos y ser tu memoria fiel el día de tu boda.

¿Qué? ¿Hacemos unas fotos?
Ahora te toca a ti…
¿Te ha resultado interesante este artículo? ¡Anímate a compartirlo y suscríbete al blog para recibir aviso de las próximas entradas!
¿Crees que el enfoque documental es la mejor manera de reflejar lo que ocurrió el día de la boda? ¡Cuéntamelo y charlamos!
¿Te casas, te han gustado estas fotos…
pero te quedan dudas acerca de cómo trabajo o quieres tocar uno de mis álbumes con tus propias manos?
Si es así, ponte en contacto conmigo y estaré encantado de que hablemos
Deja tu comentario